Casa Solla: La II Xantanza se celebra en el cielo

La II Xantanza de Blogastrónomos ha puesto el listón altísimo para las siguientes. O, mejor dicho, Pepe Solla ha puesto el listón altísimo para sus colegas gallegos, actuando como un perfecto anfitrión y brindándonos una jornada para recordar. Fue, el de la II Xantanza, un día lleno de agradables sorpresas.

La primera, al menos para mí, fue el casco antiguo de Pontevedra. Creo que nunca me había detenido a visitarlo: lamentable error, pude comprobar. El Bar Rianxo, en la Praza da Leña, fue la sede de la sesión vermut y punto de encuentro de casi todos los blogastrónomos. Una temperatura primaveral en febrero, un pincho (callos y fideos con almejas) y una caña al aire libre, junto con casi una hora de animada charleta fueron el preludio de lo que nos esperaba.

La sesion vermut

Y aquí empieza lo complicado: contar lo que vino después, ya todos los convocados en el restaurante, sin caer en lugares comunes o peloteo insulso. A estas horas, domingo a las once de la noche, ya Capítulo 0, Colineta, Moraiminha, Laconada y el Gourmet me abruman con sus crónicas, casi todas prometiendo más.

Seguiremos, en todo caso, por la vía de las sorpresas. La siguiente fue la carta personalizada para la II Xantanza, con un menú especial en cinco capítulos (Manolo Gago, siempre al quite, la ha escaneado), con la que nos recibió personalmente Pepe. Del prólogo dimos cuenta de pie, copa de Albariño en mano, entre saludos y abrazos a los últimos incorporados: empanada, berberechos, chupitos de calabaza.

Entramos al comedor entre las miradas suspicaces de los presentes: diecisiete tíos cámara en mano no es lo que uno espera encontrarse en un restaurante como éste. La suspicacia tornó en asombro cuando la llegada de los entrantes fue celebrada con una tormenta de flashes. Karlos Arguiñano, que allí también comía, acababa de perder el protagonismo.

Protagonismo que inmediatamente cobraron los restantes capítulos de la enciclopedia gastronómica que pudimos leernos. Con sus sorpresas, claro: la textura de la vieira luchando con el sabor de la sopa de cebolla; ese monumento de lo humilde en que convierte Solla el pan y el huevo; el pámpano, pescado para mí totalmente desconocido (similar al mero pero con un toque de pez de roca, según el propio cocinero), preparado en su punto exacto, reposando sobre los grelos y el cocido; las personales versiones de la tarta de manzana y de la nocilla, ésta con su especial toque especial.

Y sorpresa a la que no dejaron de sumarse los vinos, pese a que uno se declara lego en el tema: no todo en el mundo es Rioja, ni todo en Galicia Rías Baixas. Sorpresa creciente, además: As Sortes 2005, un valdeorrés godello notabilísimo; Lalama 2004, un mencía de la Ribeira Sacra verdaderamente asombroso; y la joya del día: un Porto Brunheda Reserva 2000 - con etiqueta casera: según Solla, no se comercializa - que ha sido, de largo, el mejor dulce con el que jamás me he encontrado.

Quedaba el café. Y quedaban los aguardientes, que disfrutamos de nuevo en la zona de aperitivos, sentados tranquilos, con una luz muy tenue que apenas nos sacaba de la penumbra, ya solos en el local. Y quedaba la sorpresa de casi dos horas de historias de Nueva York con Pepe Solla. Imaginaos la escena: el cocinero con su mandil negro y los diecisiete blogastrónomos embobados, ora sorbiendo el orujo, ora atendiendo embobados a las historias, ora adoptando posturas insólitas para sacar esa foto ganadora. El joven abuelo con sus diecisiete nietos ansiosos por saber.

Eran más de las siete: casi cinco horas en Casa Solla. Aún por delante la foto oficial, en la escalinata del restaurante. Aún pendiente el "hasta pronto" para los ya amigos.

Aún por delante agradecerle a Pepe el magnífico trato. Gracias Pepe Solla, la II Xantanza ya es parte de esta pequeña historia de los blogastrónomos.

Comentarios

  1. Magníficos collages. Y estupenda síntesis del ambiente que tuvimos.

    Un placer. Y que se repita.

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  2. Vexo que a moda iniciada por Makeijan dos mosaicos se extende a marchas forzadas, ¿aínda che quedan fotos para o concurso?

    Ó igual que na primeira xantanza, gústame moito a túa síntesis dunha xornada tan densa en acontecementos e sensacións.

    Ah, e estariamos encantados de acompañarvos nun paseo máis amplo pola zona vella de Pontevedra, se un día vos animades.

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  3. Queda agarrado para non soltalo o brazo da guía turístico-gastronómica por Pontevedra.

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  4. Esos collages... moi ben...

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